Mindful Schools


El proyecto MindfulKids nace del reconociendo de la infancia como un período que se caracteriza por cambios y adaptaciones, los cuales se enmarcan en un estilo de vida moderno que ha implementado nuevas tecnologías, rutinas, exigencias sociales y académicas, que aumentan los niveles de tensión, estrés y ansiedad infantil. Considerando como necesidad el desarrollo de habilidades que permitan aumentar los niveles conciencia y de administración de recursos, en un mundo donde el piloto automático consume nuestras experiencias cotidianas.


Mindfulness: espejo del presente Con la práctica de mindfulness se observa las experiencias de la vida claramente, tal cual como suceden, sin carga emocional. Logrando desarrollar un sentido de equilibrio y calma, una mente concentrada con mayor capacidad creativa, felicidad, tolerancia y compasión. Lo que permitirá que los niños sean más capaces de identificar y definir lo que quieren hacer y alcanzar, los logros que se establecen a sí mismos, bajo un marco de inteligencia emocional. 

La formación en mindfulness tiene el potencial para mejorar la atención de los niños y la capacidad para focalizar; mejorar la memoria, la autoaceptación, habilidades de auto-gestión y auto-conocimiento.

Un estudio de 2004 de los programas de mindfulness realizado por el Instituto Garrison en Nueva York, una organización que estudia y promueve la atención y la meditación en la educación, demostró que muchas escuelas están adoptando los entrenamientos en mindfulnes porque las técnicas son fáciles de aprender y puede ayudar a los niños a ser "más sensibles y menos reactivos, más centrados y menos distraídos, más tranquilo y menos estresado." Mientras que la atención puede producir beneficios internos a los niños, el informe también encontró que puede crear un ambiente de aprendizaje más positivo, donde los niños están preparados para prestar atención.


Puede ser sólo un estado o transformarse en una pauta cognitiva, una actitud personal hacia los demás y el mundo. Esto último se consigue con un entrenamiento sostenido en el tiempo, lo cual de acuerdo a estudios científicos durante las últimas 3 décadas, ha permitido el desarrollo de una mente más saludable, mejorías en el funcionamiento cognitivo y por ende en la capacidad de aprendizaje.

ETAPA 1: Mindfulness en el Ambiente

Una forma de introducir el concepto de atención a los niños es dirigiendo su atención a las cosas de su entorno e iluminar la necesidad de la atención mediante la revelación de lo que son y no son conscientes. El entrenamiento de mindfulness con los niños tiene por objeto orientar su conciencia hacia su propia experiencia en el medio ambiente, es decir, centrarse en la atención que se están prestando (o no prestando) a sí mismos.

El objetivo es que el niño aprenda a prestar atención tanto al medio ambiente y las acciones que le afectan, en lugar de moverse durante el día como un robot (en piloto automático).

ETAPA 2: Mindfulness del Cuerpo

Después que el niño ha empezado a ser más conscientes del medio ambiente, el siguiente paso es prestar atención a su propia experiencia, a partir de su cuerpo. Esto es importante, dado que una mayor conciencia del cuerpo lleva a la plena conciencia de sí mismo. Es una excelente práctica temprana con
mindfulness, con instrucciones claras, centrado en el conocimiento y la experiencia sin prejuicios. Este ejercicio lleva la atención al propio cuerpo del niño mientras los niños interactúan con el medio ambiente.

La meditación en la respiración es fundamental para la atención, en el momento presente de la experiencia. Cuando el ejercicio se hace correctamente, el niño sólo es consciente del ahora, ya que la atención se centra en la respiración actual en lugar de la anterior o la siguiente que viene. Beneficia en la capacidad de aprendizaje y el despertar de la curiosidad crítica.

ETAPA 3: Meditacion tipo Mindfulness

La meditación tipo mindfulness orienta a los niños a centrarse en el momento presente, aunque es consciente de sus sensaciones internas, pensamientos y sentimientos. Una vez que el niño ha practicado el mantenimiento de la conciencia en el momento presente, centrándose en la respiración, el siguiente paso es tomar conciencia de sus pensamientos y sentimientos.

La formación en atención plena le permite a los niños entender que son productores de sus pensamientos; que los pensamientos van y vienen y; de la influencia de sus sentimientos y acciones. Siendo un ejercicio para mejorar el conocimiento que son los productores de sus propios pensamientos, lo que aumenta la capacidad de toma de decisiones sobre su conducta.

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