miércoles, 5 de octubre de 2011

Ansiedad y Depresión Infantil en Colombia

Un artículo publicado en la Revista Diversitas, en el 2009 por Natalia Esparza y María Clara Rodríguez de la Universidad de la Sabana, dio a conocer un estudio acerca de los factores del contexto que juegan un rol importante en los estados de ansiedad y depresión en niños escolarizados entre 6 y 11 años de edad.  

Para la investigación aplicaron la Escala Multidimensional de la Conducta de Reynolds & Kamphaus (1992), que evalúa problemas emocionales y de conducta y una Lista de Chequeo de Estresores (Jiménez & Castro, 2006), que incluye Ambiente Físico, Relaciones Sociales, Exigencias Académicas y Entrevista de Evaluación y Caracterización.

En su revisión teórica Esparza y Rodríguez (2009) refieren:

Un estudio llevado a cabo con población infantil  escolarizada del oriente antioqueño, en donde se encontró que la prevalencia de síntomas de depresión infantil fue de 25,2% (Vinaccia, 2006); así mismo otro estudio realizado por  Rivas, Vásquez y Pérez (1995), en cuanto a ansiedad, evidencio un prevalencia de la ansiedad reportada por los maestros fue del 21,2% y del 26,5% para el caso de la depresión en la población infantil. Lo más importante de rescatar en esta situación es que el psicólogo clínico debe afrontar desde las estrategias de evaluación e intervención, la posibilidad de estar frente a la comorbilidad, aspecto que será discutido más adelante.

Por su parte, Acero y Vásquez (2007) encontraron que aproximadamente el 20% de los niños y de los adolescentes en el mundo presentan un problema psicológico que afecta el bienestar y el desarrollo. Los autores especifican que las problemáticas más comunes son los trastornos de aprendizaje, por déficit de atención con hiperactividad, la depresión.

Las autoras anotaron que esta tendencia ha sido confirmada por el estudio de salud mental, llevado a cabo por el Ministerio de Protección Social (2003), en el cual los trastornos de aparición más temprana son los trastornos de ansiedad y los problemas de conducta. Asimismo, el estudio reveló que los trastornos más comunes fueron los trastornos de ansiedad con una prevalencia del 19,3%, los trastornos del estado de ánimo 15% y los trastornos de uso de sustancias psicoactivas (10,6%). Lo anterior da   cuenta de la relevancia que adquiere el diagnóstico temprano en la vida de los niños, ya que es posible que éste se convierta en determinante de su estado psicológico futuro.

Específicamente, se reporta que para el caso de los trastornos de ansiedad, su aparición ocurre  entre los seis y los veinticuatro años de edad, dependiendo del trastorno específico (Ministerio de Protección Social, 2003).

De acuerdo a Rodríguez y Martínez (2001), los niños ansiosos con frecuencia presentan excesivos pensamientos negativos y catastrofización que afectan el desempeño cotidiano. Además, a nivel social, los autores manifiestan que los niños pueden presentar dificultades en la relación con pares y que sus compañeros pueden percibirlos como tímidos y aislados. Además, mencionan la posibilidad de presentar problemas escolares entre los cuales se destacan el rechazo escolar, el temor ante los exámenes y bajo rendimiento académico. Según el estudio, llevado a cabo por Jacques y Mash (2004), los niños con ansiedad tienden a preocuparse más por el futuro, por su bienestar y por las reacciones de otras personas.

En cuanto a depresión, aunque aun se debate la presencia de esta en la niñez, de acuerdo al estudio realizado por Vinaccia et al. (2006), se encontró en un 25,2% de los niños, síntomas tales como estado de ánimo negativo, anhedonia (incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades), percepción de ineficiencia, problemas interpersonales y autoestima negativa. Asimismo, el estudio revela que existe una gran desmotivación por los contactos sociales, lo que genera disminución del refuerzo positivo en los niños, acompañado de un alto grado de sufrimiento subjetivo.

Lo anterior ha sido corroborado en otras investigaciones en las cuales se plantea que la depresión infantil lleva a manifestaciones de irritabilidad, dificultades de aprendizaje, inseguridad, resistencia al juego, inasistencia a clases y, en general, problemas de comportamiento que se hacen evidentes en los diversos contextos del niño como el hogar y la escuela (Buela, Carretero & De los Santos, 2001; Navarro, 2004).

En el estudio realizado por Esparza y Rodríguez (2009) 142 de 254 niños presentan indicadores de ansiedad, lo cual señala una prevalencia del 55,9% dentro de la población infantil del presente estudio. La conceptualización de la ansiedad de la cual partieron los docentes incluyó: estar nervioso, con miedo y preocupado por problemas reales o imaginarios. Y se reportaron 132 casos con indicadores de depresión, lo cual señala una prevalencia del 52%. Para los docentes, los sentimientos de tristeza, infelicidad y estrés que pueden resultar en la incapacidad de llevar a cabo actividades cotidianas sirvieron de marco para esta evaluación. Donde el 39,8% de los casos se presenta la comorbilidad (ansiedad y depresión).

Dentro de los factores estresores evaluados en el estudio, se observo que los estresores por exigencia académica constituyen la variable que mejor explica la presencia de ansiedad en la población infantil. Y los estresores en las relaciones con pares y conflictos con otros son las variables que mejor predicen la presentación de depresión en los niños.


Referencia:
Esparza, N. y Rodríguez, M. (2009). Factores contextuales del desarrollo infantil y su relación con los estados de ansiedad y depresión. REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 1, 2009

0 comentarios:

Contáctenos

MindfulKids :::: Peaceful Schools
PBX: (57-1) 4739731
Cel: 3212167969
Bogota - Colombia
mindfulkids1@gmail.com

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | fantastic sams coupons